martes, 4 de mayo de 2010

La escuela con más ilusión de Canarias


El concepto que sobre el autismo suele tenerse cambia por completo al cruzar la puerta de 'La Escuelita de Ilusiones'. Lejos de la idea de que el autista no se relaciona, de que es incapaz de aprender, de que no interactúa o de que permanece absorto en otro mundo, nos encontramos a nuestra llegada con un pequeño grupo de niños disfrutando de un recién iniciado proceso de aprendizaje que ya les anima a interesarse por todo cuanto sucede a su alrededor.


'La Escuelita' está situada en la carretera de Los Baldíos, La Laguna, desde que en septiembre pasado cambiase su sede. Actualmente, veinte niños de entre dos y doce años asisten diariamente a las clases individualizadas que imparten nueve profesionales, bajo la dirección del cofundador del proyecto, Arquímedes Fernández Valdés. En una de las aulas, tres de estos niños nos reciben con curiosidad mientras observan la cámara de fotos en la que querrán verse después. El más pequeño sonríe cuando es premiado con pasas (le encantan) por el buen trabajo que está haciendo.

Manuel -todos los nombres son ficticios- se centra hoy en repetir las sílabas y palabras que dice su profesora. Frente a él está Javi, quien disfruta viendo y tocando todos sus juguetes preferidos como recompensa a los importantes avances que está consiguiendo. No tiene que pensarlo mucho ni se equivoca una sola vez cuando se le pide que coloque cada dibujo con el que corresponde. El caso de Dulce es más especial, porque tiene asociados a su patología algunos problemas de psicomotricidad. Sin embargo, se vuelve loca de alegría con cada palabra cariñosa de su profesora y se concentra al máximo al poner los aros de colores donde ya sabe que deben ir.

En el aula siguiente está Ismael, uno de los mayores del centro. Nos lo encontramos leyendo un libro sobre la vida animal y, a pesar de la lógica timidez que le causa nuestra presencia, nos realiza una asombrosa demostración de las habilidades que ha conseguido desarrollar durante su estancia de menos de un año en 'La Escuelita', entre ellas la lectura y la escritura. Antes de marcharnos nos mira, nos dice adiós y nos dedica una sonrisa cómplice.

LOS INICIOS DEL PROYECTO

Tras un recorrido por las instalaciones, de las que llama la atención el colorido del mobiliario y el olor a nuevo, nos recibe Arquímedes en una improvisada sala de reuniones donde nos cuenta cómo nace este proyecto educativo en Tenerife. "Nos pusimos de acuerdo una serie de personas de las universidades de La Laguna, Oviedo y Columbia -ésta última es la más avanzada del mundo en el ámbito del aprendizaje de niños con autismo- con el fin de poner en marcha esta iniciativa innovadora en Canarias en el campo del autismo y que cuenta con dos años de andadura".

En la ULL existía ya una unidad de trabajo, el Grupo de Investigación en Autismo y Tratamientos Eficaces (Guiate), del que Fernández Valdés es director, y que está vinculado a 'La Escuelita'. El centro nace como extensión de ese apoyo que desde Guiate se presta a los padres y cuenta con el respaldo del Ayuntamiento lagunero, que ha cedido las actuales instalaciones. Tras un primer año de andadura en una pequeña casa en Geneto y con sólo dos alumnos, el centro cuenta, en estos momentos, con veinte niños matriculados.

El proyecto parte de la base de hacer llegar la innovación en el aprendizaje de niños con autismo. Así, los avances más recientes que se logran en las grandes universidades o en los centros de investigación se trasladan como método educativo, mientras que desde 'La Escuelita' se colabora, asimismo, en la organización de actos relacionados con el autismo, como el que ha tenido lugar recientemente en Santa Cruz de Tenerife de la mano de CajaCanarias y relacionado con la detección temprana.

EFICACIA DEL MÉTODO EDUCATIVO

'La Escuelita de Ilusiones' está sustentada por 'Ilusiones para el Autismo', organización sin ánimo de lucro, y por los padres de los niños que aprenden en el centro. El proyecto se presenta a modo de 'escuela de transición' y sigue los tres pilares básicos del aprendizaje en el campo del autismo: detección temprana, intervención muy intensiva y uso de procedimientos basados en la evidencia científica. Existen dos programas, el de mañana, que consiste en una escolarización normalizada con cinco horas de clases al día, y el de tarde, del que se beneficia un grupo mucho más amplio y que va en la línea de una enseñanza complementaria.

El 90 por ciento de los niños de 'La Escuelita' tiene entre dos y seis años. Este porcentaje no es casual, ya que, tras ser diagnosticados, acuden al centro para recibir un apoyo muy intensivo y cubrir todas las lagunas de aprendizaje antes de iniciar su periodo de escolarización obligatoria. El tratamiento educativo puede ser de dos tipos, bien basado en evidencias científicas (ABA), que es el que se aplica en 'La Escuelita', o el que deriva de un conglomerado de tratamientos sin base científica.

"En estos momentos, todos los organismos científicos internacionales reconocen que ABA es el único procedimiento que demuestra ser eficaz", subraya Arquímedes Fernández, quien explica que la edad juega un papel vital a pesar de que el tratamiento no varíe. No obstante, mayor es la plasticidad cerebral de un niño cuanto más pequeño es, "aunque eso no representa un límite absoluto".

Para que el método ABA resulte totalmente efectivo, se debe dar una serie de condiciones concretas, entre ellas iniciar el proceso lo antes posible, así como de la forma más intensiva. "Se trata de conseguir acelerar el desarrollo evolutivo de los niños, porque cada año que pasa supone que la diferencia entre un niño con autismo y otro sin autismo se acentúe más", señala el director del proyecto.

También considera indispensable el apoyo de la administración pública en un método en el que se hace necesario que cada alumno tenga su propio maestro, dado el trabajo absolutamente individualizado que se realiza. "El currículum es personal y se supervisa todos los días. Si el procedimiento que se está empleando funciona, se sigue utilizando, pero de lo contrario hay que cambiarlo, lo que supone un coste añadido al pago que han de hacer los padres", destaca.


DIFICULTADES

"Para los padres, el diagnóstico de autismo es una pérdida más, una etiqueta peyorativa a la que se le añade un negro futuro: su hijo no va a caminar, va a tener problemas para comer solo, no hablará nunca... pero lo cierto es que nada de eso es verdad", dice tajante Arquímedes Fernández, al tiempo que valora el hecho de que los diagnósticos sean cada vez más tempranos. "Esto permitirá empezar a trabajar muchísimo para que ese niño tenga un desarrollo evolutivo lo más rápido posible".

El director de 'La Escuelita' es consciente del sinfín de dificultades que aparece en esta lucha, entre ellas la falta de apoyo administrativo, por lo que invita a los padres a que acudan a los recursos adecuados "porque un niño autista no está en otro mundo, sino en el nuestro, y puede aprender muchísimo". En la actualidad, dos de los niños del centro cuentan ya con sus propuestas de integración en centros normalizados, mientras que otro inicia la transición el próximo año.

GRANDES RECOMPENSAS

Arquímedes Fernández Valdés se considera científico, aunque ha llegado a este proyecto por motivos personales. "A partir del diagnóstico de una enfermedad de mi hija, me di cuenta de que, en el campo del desarrollo, la ciencia no ha llegado aún a Canarias. Entonces contacté con expertos de la Universidad de Columbia que se prestaron a venir a las Islas a colaborar con nosotros, tras lo que decidimos iniciar este proyecto".

El director del centro valora enormemente cada pequeño paso que un niño da en su proceso de aprendizaje. "Ésta es la primera gran esperanza de que estamos haciendo algo que es importante. La segunda es la sonrisa de un niño que en los primeros meses no era capaz de mirarte ni de saber qué querías decirle. La tercera recompensa es la ilusión de los padres, quienes ven que todo lo negativo que les dijeron de su hijo no es verdad".

'La Escuelita de Ilusiones' se encuentra en la carretera de Los Baldíos, número 113. Desde la Dirección del centro se invita a todos los interesados a visitar su web, www.fundailusiones.es, y pone a disposición el número de teléfono 638 577 257, tanto para recibir cualquier tipo de ayuda como para prestar la información que se le solicite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario